Con “Hannah Montana” emitiendo sus últimos capítulos en la TV norteamericana, Miley Cyrus comienza a delinear su futuro. Además de “Can’t be tamed”, su disco recién editado, la joven actriz emprende una carrera en el cine con “La última canción”, un filme romántico que llega este jueves a la cartelera local.
En la cinta Cyrus es Ronnie Miller, una adolescente rebelde que debe pasar un verano con su aproblemado papá (Greg Kinnear) mientras desarrolla una relación con Will (Liam Hemsworth, novio de Cyrus en la vida real).
Y como todo en la carrera de la adolescente, el filme no tiene ningún detalle al azar. Disney, casa de la estrella juvenil, encargó el guión de la cinta a Nicholas Sparks, conocido como el maestro de los dramas románticos. ¿La idea? impulsar la nueva veta artística de Cyrus como actriz de cine y darla a conocer a un público mayor. Sparks escribió la cinta especialmente para ella.
¿Fue muy grande la responsabilidad al enfrentar una cinta hecha para ti?
Es increíble que alguien como Nicholas Sparks haya escrito una película pensando en mí, incluso utilizando episodios de mi vida que fue recolectando... En cierto modo se me hizo más fácil hacer la película así, porque me siento muy relacionada con lo que pasa. Pero claro, también fue una gran responsabilidad porque de mi dependía todo un grupo de gente trabajando en la cinta.
Ya que la película estaba hecha a tu medida, ¿pudiste incluir temas que te interesaran?
Sí, para empezar pude elegir el nombre de mi personaje, para que la sintiera más cercana. Y claro mi gran aporte está en la música. Quise que el filme estuviera acompañado de música. Incluso aprendí a tocar el piano para poder hacer un mejor trabajo.
Otro tema que incluí fue la protección a los animales, que me interesa mucho. Así que en la cinta se puede ver un mensaje sobre la protección de las tortugas en vías de extinción.
¿Cómo vives este cambio, el paso de una serie exitosa a una nueva carrera en el cine?
Es interesante, porque significa dejar una “zona segura”, dejar algo donde estaba muy cómoda. Pero sabía que tenía que buscar un nuevo camino. En “Hannah Montana” me decían siempre qué hacer. Y ahora por fin esto depende de mí.